Christine Brown (Alison Lohman) es una joven ejecutiva bancaria que se encuentra en una competencia por ocupar el cargo de subgerente en la sucursal bancaria en la que trabaja, su competencia se llama Stu (Reggie Lee), quien a pesar de haber ingresado hace poco tiempo, a través de regalos y lambisconerías ha sabido ganarse un lugar muy especial en el corazón del patrón.

Un día poco nublado, una señora de apariencia desagradable y desalineada (Sylvia Ganush, interpretada por Lorna Raver) llega con Christine a solicitar una prórroga para pagar su crédito; debido a que Christine quiere demostrar a su jefe que puede tomar decisiones difíciles, decide no otorgársela, lo cual no le causa mucha gracia a la señora Ganush.

Tuve que esperar más de un mes para poder ver esta película.... es en estos momentos en los que me choca vivir en Aguascalientes, ya que cuando las películas no son tan "importantes" tardan muchísimo en llegar; ya de por sí las películas tardan en llegar de EU, es el colmo que todavía tengamos que esperar a que lleguen del DF.

En fín, Drag me to Hell es una película como nunca había visto... cuando hace meses había visto el poster en el cine, me pareció que se trataba de una película chafa, casi casi un vehículo para introducir a una nueva actriz (o cantante) al mundo del "séptimo arte", pero en cuanto escuché que Sam Raimi (creador de la serie terrorífica de culto The Evil Dead) estaba detrás de ella, ansiaba que llegara aquí para poder verla.

Al igual que su poster, el "feeling" de la película es de "tipo B", es decir, de esas películas sesenteras de poco presupuesto que trataban de asustar a las audiencias juveniles, y como tal a pesar de tener momentos verdaderamente terroríficos (como cualquier película de miedo que se respete), tiene momentos hilarantes y muy bien manejados (sin faltarle el respeto al género)... si tuviera que compararla con otra cinta, diría que se maneja dentro del ámbito de Shaun of the Dead: película legítima que no debe tomarse tan en serio.

Salvo por un par de secuencias que alentaron un poco la trama (y que quizás al final eran bastante innecesarias), Drag me to Hell es una película muy recomendable, digna de verse en cine (especialmente por el excelente manejo del "surround" con el que cuenta) e incluso de comprarse en DVD/Blu-Ray cuando haya oportunidad.