Clint Eastwood es Walt Kowalski, un veterano de la guerra de Vietnam el cual recién perdió a su esposa y se ha vuelto más amargado que el "viejito" de
Up; para "llover sobre mojado", se mudan a un lado de su casa una familia china, y debido a sus experiencias en la guerra, no se vuelve una situación idónea para él.
Walt tiene entre sus pertenencias más valiosas un coche "Gran Torino" modelo 72, el cual tiene un gran valor entre los coleccionistas, y a más de un "no deseable" se le hará apetitoso.
Debo ser sincero, he visto muy pocas películas dirigidas por Clint Eastwood (la única que recuerdo fue
Mistic River), y al haber tenido la oportunidad de ver
Gran Torino, me arrepiento de no haber visto más; definitívamente es una historia sencilla, sin muchos recovecos o complicaciones, sin embargo es quizás su sencillez lo que hace tan buena esta película, aunque ¡claro!, no está de más aclarar que está llena de excelentes actuaciones, particularmente la del mismo Eastwood.
Gran Torino es un paquete cargado de todo tipo de sentimientos y emociones, desde momentos chuscos que te sacarán una carcajada, hasta momentos donde reflexionarás sobre tu vida y tus relaciones, pero llevados a la pantalla de manera muy natural, sin tratarte de manipular diciendo "aquí es donde debes chillar", "aquí es donde te ries", etc.
Por desgracia es la última película de Eastwood como actor, y eso es una gran perdida para esta industria tan carente de originalidad, pero esperemos qe no tengamos que esperar mucho antes de ver otra de sus películas (aunque solo sea como director)... muy recomendable.