Shrek finalmente ha formado una familia con tres "hermosos" bebés y una "hermosa" esposa, sin embargo siente nostalgia por aquellos tiempos en que era un ogro temido, odiado por los aldeanos de los poblados cercanos; es aquí donde entra Rumpelstiltskin, un engatusador que te cumple el deseo que tú quieras, siempre y cuando pagues un gran precio por él.
¿Qué se puede decir de
Shrek 4?, básicamente que (por fin) pone fin a una saga de películas que debió terminar con la primera; previamente tuve oportunidad de reseñar la tercera y, aunque me gustó ligeramente más que la segunda, algo dentro de mí sabía que ya estaba bastante harto del ogro verde y sus amigos.
¡Ojo!, no quiero decir que esta saga sea una pérdida de tiempo,
Shrek 1 es una joya y (no en vano) aparece en mi lista de películas animadas favoritas, pero el humor referencial a la cultura pop y la voz de Eugenio Derbez son medicinas que se deben tomar en pequeñas dosis.
Volviendo a la 4a. entrega, pareciera que todos ya están cansados y quieren irse a su casa, como si todos los involucrados en la realización solo estuvieran obligados a cumplir un caprichito de don Jeffrey Katzemberg y no más; a diferencia de otras entregas, ésta jamás me hizo reír y aunque el giro de la historia en algún momento es interesante, inevitablemente te das cuenta que el cuento de "¿qué pasaría si yo no hubiera nacido?" se ha llevado a la pantalla grande más de una vez y, aunque con mejores resultados, siempre con el mismo (y predecible) final feliz.
En conclusión, ve a verla sólo si ya viste
Inception y aun no aparece en cartelera
The Expendables.