Carrie (sin parentesco con Jim, e interpretada por Sissy Spacek) es una adolescente cuya madre es excesivamente religiosa, para la cual todo lo que tenga que ver con el sexo (y con ello la procreación) es obra del demonio.

Digo todo esto porque gracias a la actitud de su madre, Carrie es completamente antisocial y retraída.

Un buen día, en las regaderas, Carrie tiene su primer período menstrual; como es de imaginar, su madre (que no tiene ídem) nunca le habló de esta situación, lo cual la aterra sobremanera y cae en un shock que despierta ciertos poderes ocultos en su ser.

Carrie está basada en la primer obra de Stephen King, la cual tuvo mucho éxito como novela y como película; el terror que maneja este filme es muy especial, ya que al mismo tiempo que te corre la espina como shock eléctrico, no puedes dejar de sentir lástima o simpatía por la jóven... me atrevería a decir que el personaje más detestable y aterrador es la madre de Carrie, no porque posea algún poder sobrenatural, sino porque su fanatismo religioso es tan extremo, que te hace recordar que hay mucha gente así en el mundo real... la simple idea es escalofriante.

Una película muy bien hecha y muy recomendable.